Encuesta Datum: 14 enero 2011


Toledo 27%, Castañeda 22%, Keiko 20% y Ollanta 10%
Cuando se creía que entre diciembre y enero Mercedes Aráoz o Pedro Pablo Kuczynski darían el gran salto que los ubicaría como el candidato sorpresa en la carrera a la Presidencia, la última encuesta nacional (rural y urbana) de Datum Internacional, exclusiva para Perú.21, revela que lo que ha ocurrido es la consolidación del pelotón de arriba, liderado por Alejandro Toledo y secundado por Luis Castañeda y por Keiko Fujimori.

Toledo crece 1 punto, de 26 a 27; Castañeda igual, de 21 a 22, y Fujimori cae 2, de 22 a 20. “La foto es muy parecida a la de noviembre”, dice el analista Carlos Basombrío, “la gente parece tener sus simpatías ya definidas”. Manuel Torrado, director de Datum, es más prudente y cree que Ollanta Humala (con 10%) todavía podría crecer y dar pelea. “Yo esperaría al siguiente estudio para descartarlo totalmente”, señala.

SIN MELLA. Lo cierto es que Toledo y Castañeda crecen pese a que al primero se le ha atacado por su viaje a Punta Sal y el segundo arrastra el caso Comunicore y se le descubrió que prácticamente había ‘vendido’ un lugar en su plancha. Torrado y Basombrío coinciden en que al electorado de ninguno de los dos parece importarle estas críticas.

“En este momento hay tres grupos de candidatos”, señala el analista. El de los tres de arriba. El de los que fluctúan entre el 3% y el 10%: Humala, Kuczynski y Aráoz. Y el de los ‘Otros’, de Manuel Rodríguez Cuadros hacia abajo, que parece que no tienen nada que hacer.

“Kuczynski tiene las mayores chances para subir”, apunta Torrado. Basombrío piensa lo mismo, sin embargo, le llama la atención que no haya crecido más pese a que tiene a su lado a Lourdes Flores y el resto de sus aliados. “Queda demostrado que no hay un voto pepecista ni un voto evangélico cautivos”, dice.

Otro dato relevante es el estancamiento de Aráoz. Al margen de sus líos en el Apra, Torrado cree que no tiene estrategia y que le falta una idea que ofrecer al país. Basombrío hace notar que su intención de voto es, incluso, menor que la del partido en la elección al Congreso. “La combinación Aráoz-Apra no funciona. Al Apra le iría mejor con un candidato propio. Y a ella también si fuera como independiente”, afirma.